Mi negocio y la confidencialidad

Si eres un emprendedor o un pequeño o mediano empresario, seguramente estarás expuesto en más de una ocasión en participar o estar presente en reuniones donde tengas que vender tu negocio, tu idea o tu proyecto. Distintas son las expectativas: tu primera visita a una incubadora, persuadir a un proveedor o comprador y convencer a un inversionista que invierta en nuestra empresa o idea.

Tres niveles de exposición, un mismo proceso. La divulgación de nuestra idea creativa, quizá única y quizá la clave del éxito para nuestro negocio. De éste proceso deriva la confidencialidad. Lo que compartimos y que no queremos que sea mal usado o más bien usado por otro quien no paso por ese proceso imaginativo o experimental que generó lo que hoy promuevo como actividad económica.

La confidencialidad no solo es para los inventos, es también para las ideas de mejora y los procesos creativos. En estos tiempos de globalización comercial es importante que promovamos el uso de los contratos de confidencialidad. Estos instrumentos que pueden ser muy sencillos y pueden servir de mucho. Este instrumento legal sienta la base para el respeto de nuestro esfuerzo y dedicación. Nuestro empeño en desarrollar algo en lo que creemos y que en muchos casos hemos podido comprobar que genera una ganancia lucrativa.

Nuestras ideas y creaciones merecen respeto. Presentar un contrato de confidencialidad cuando hagamos la presentación de nuestro proyecto es una práctica que debería ser cada día más común. Esta práctica entre inversionistas, proveedores y emprendedores deberá generar un ambiente de confianza y respeto en las partes participantes en cualquier tipo de negocios. Nosotros le apostamos a intentar cambiar algunas prácticas de negocios. Esa puede ser una primera etapa en esta gran revolución pro el respeto de las ideas y de la propiedad intelectual. Respeta mi propiedad, mis ideas que yo respetare y protegeré las tuyas.

Parrafo Emperepetado:
Dentro de las próximas dos semanas estaremos lanzado el nuevo portal www.desfachatez.com.mx, "El diccionario de lo que no debemos hacer en Mexico".
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